19/1/09

A todos

Ni una plegaria, ninguna maldición,
son deseos del perdón original,
una mentira al acecho,
mil vidas sobre cada muerte,
no tengo dudas, tampoco creo en certezas.

Hojas cayendo, sencillamente hojas cayendo,
un día sin razón una extraña me matará.

La alma

Subiendo a las penumbras,
reanimando boca a boca,

en las manos del futuro está el pasado,

es extraño comprobarlo.


Se han marchado los buenos humos,

me he encontrado con despertares,

anteriores pesares de los ángeles,

cada soledad mal acompañada.


18/1/09

¡Plop! By: Roberto Pettinato (Clarin)

Después de varias idas y vueltas Madonna le pagó 50 millones de euros a su ex. Lo patético es que él no se los pidió y ella le dijo: "Lo hago para sentir que me necesitás".

Piratas somalíes vuelven a secuestrar tres barcos. Lo que pasa es que para los somalíes un barco con tripulantes es una olla llena de carne a la que le faltan las papas. ¡Veamos más Discovery Channel, viejo!


Atraparon a un hombre que llevaba 3 kilos de cocaína en su pierna ortopédica. Lo descubrieron muy fácil. Una pierna caminaba y la otra corría adelante.


Más cocaína. Descubren 70 kilos en el Sedronar, desde donde se combate el narcotráfico. Las autoridades dijeron que se la habían olvidado en una de sus camionetas. Cuando les preguntaron el por qué del doble fondo dijeron: "Bueno... este... ehhh... ¡¡¡Para que no la encuentren los narcos!!!


Jimena Cyrulnik está chocha con su embarazo. Sus declaraciones fueron: "¡No lo puedo creer! Tengo 100 de lolas" y agregó "me mantengo con dos kilos de naranjas por día". ¡Mi madre, y pensar que alguna vez creímos que estaba loca!. Por favor.


¡Qué pareja! Beckham firma con el Milan y la que pide un helicóptero privado, piscina con agua termal, hidromasaje, salón de belleza, estilista y gimnasio personal ¡es la esposa!. Pobre tipo, ¡ahora sí que lo único que le queda en la vida es jugar al fútbol!


Sandro se enamoró de su secretaria. Dijo: "Sólo nos decíamos 'Hola' y de pronto cayó un rayo invisible que nos paralizó y le dije: 'Tengo un beso encadenado entre mis labios y la llave está en tu boca'". Ella lo miró y le respondió:"Hellou????!!


¡Leí una serie de consejos tan tontos para saber si el hombre va en serio con una mujer! No entiendo para qué tantas palabras y estudios. Es simple: "Creo que tu taxi ya llegó, está abajo", ya es más que suficiente para que te avives, no?


En Boston transplantaron cierta parte del cerebro de un cerdo al de un hombre. Lo increíble es que el cuerpo del hombre no lo rechazó, ¡lo cual confirma aún más lo que piensan las mujeres sobre nosotros!.


Se podrán imaginar que las cosas que me acuerdo de este año son totalmente aleatorias y absurdas. Es más, aunque no haya sido del 2008 todavia sigo recordando cuando se fue Menem y nos dejó alegría, esperanza, fe... ¡Todo lo demás se lo había llevado él!

Madrugadas turistas

Tengo un exterior en mi orgullo interior,
madrugadas en clase turista,
con un libro como brújula hacia la búsqueda,
clase maestra para asesinar y dejarse matar.

La voz de los latidos, ¿alguien sabe talvez?,
encender el sin parar de la ida y de la venida,
miradas mareadas que presumen algunas almas,
morir por la falsa locura; como le paso a Mariana.

Paz pidiendo tregua, color blanco de luto,
qué son las salas de espera en la cama?
existe la espalda de Dios... quizás sea primavera.

Siempre tendremos Guayaquil

Marea que enamora a la luna eternamente,
creciente infinito como albergue de olvidados,

misas acuchilladas, Nietzsche sangrando,

campamento para el amor y el silencio.


Es la misma carretera la del cielo, la del infierno,

con tacones las sombras se acercan,

jugando al amar, al lago desbordar,

artistas de las perlas, de los besos a medida,

cuando el mar es una mala compañía.


Calles abarrotadas por los polvos del sol,

las ventanas abiertas a los ahoras,

aves blancas desplegando valor,

alguna voz legendaria que naufraga,

la calzada reconciliada con el amor.


Se irá la miel

Se irá la miel en las alas de todas las nubes,
cada noche la voz contará una verdad distinta,
eran las ganas vestidas de gala, como hoy, like tomorow.

La prisión de las voces en una canción,
estafa que sucedió de golpe y sin presión,
el sabor que prefieren los volcanes.

Encantadora; sin planes y enterrando estrategias,
firmó por la libertad, aquella mano desgraciada,
separó y levantó de los espejos rotos sus alitas de perdida.

Inmaculado hombro

Inmaculado hombro,
cabeza dispareja la del viento,
mente que no sabe lo que pasa,
deambulan las arañas buscando la nada.

Pasos hacia la comarca del retorno,
como aguja hambrienta de seda,
viene la nada a salvar todo,
corren dos caras a besarse.

La mirada atenta a un amor que vuela,
interferencias vestidas en rojo pasión,
turbinas de neblina que dibujan cielo,
aceras listas para cada una de las ardientes almas.

Gloria & Victoria

Princesa jodida, ven,
Diosa del vino y del después,

dame tus pequeñas manos,

déjame dejarme en tu faz.


Dulce dolor que mengua,

filosofía de alma,

arenas que suben al cielo,

quedarme e irme contigo.


Llama destinada a vivir,

calor presente en este ardor,

el vino como infinito combustible,

nunca será distinto ni igual a aquella paz.

Norma Shearer

Cielo 18

No pide permiso la muerte a la vida,
no verán diálogos entre la tristeza y lo suficiente,
no se salvaran las indecisiones y las dudas,
habrán desconfianzas que se fíen.

Anhelada escasez de muertas mañanas,
ya esta mejor el dolor reposando en sal,
esta noche los Dioses han preferido tomar subte,
y como he escuchado: para mañana habrán ganas.

Quedo extraño, sin lugar en la multitud,
ahora no existen miserias ni caridades,
como un mapa perdido, como halcón herido,
hay tráfico de olvidos en un corazón blanco.

Hoguera dos

Bella trampa que se acerca,
un asalto con los labios morados,

se crece el engaño y se cree fatal
un destino de pastillas y soledad.


Libres la final, la herida, el infierno,

callejón derrumbándose a cada paso más,

raíces que ha echado el silencio,

esta media noche dentro de un río de sensaciones.


Jamás habrá un aquí mismo,

como serpentinas de amor en la mirada,

conocida navaja de humo que raya mi pecho,

que se filtra en cada constante meditación.


12/1/09

Sombra de temblor

Quieren mis dolores descansar,
sentarse en la tranquilidad,
unas mentiras que borrar,
abrazos que ya no quiero ignorar.

Dejarme liviano, almacenador de paz,
cruento destino presente,
carga ya en sus manos velas rojas,
llamas gritando por la memoria.

Vientos del alma, oscuras mareas,
velas al borde de las ilusiones,
y cascada salada.

Derrames

El principiante de toda ocasión,
no hace falta mi propia matanza,
ni ajena paz que me invite a pasar.

Han sido luces de idas,

las que he visto desde mi huida.


Calatañazor

Llamado planeta

Son de seco hielo mis pensamientos,
al cielo las alas de lograda libertad,

un que hacer abatido.


Cúmulo de pequeñas nadas,

deambula la luna esperando,

por ti.


Quedo instintivamente parado,

sobre viejo huracán a contramano,

las tormentas dolorosas;

ahora solo despejan mi alma.


1958

11/1/09

Pueda suceder

Perfume de los quebrantos,
fiesta triste llena de confesiones,
sombras desordenadas girando hacia el viento,
la excepción de las derrotas.

Estación de ningún terremoto,
ella soñando en ambulancias y fronteras,
pedazo de recuerdo puteando al presente,
angustias que padecen las blasfemias,
campanadas que anuncian con lágrimas;
la tristeza del bandoneón,
del tango y del rock derrapando noches,
a bien de desvestir a todos los venenos.

Bajos destinos

Nací la noche que escape del enjambre,
conseguí ser fatal mientras intrigaba a mi bondad-verdad,

el tiempo sin saberlo se congela;

mira a la madrugada una película,

sobre un tren, sobre dos almas.


Se acaba la nada,

como cerillas de piedad,

(tiene algún miedo el aburrimiento)

conoce el hastío,

nadie, alguien, son todos amigos,

rieles, ruedas, pies, nena: bye bye.


Partió del muelle hacia la tarde tormentosa,

olas de las noches no permitieron que durmiera,

soplo Dios, rece yo.


Ella desapareció, quebró su malestar,

vio a la vida comérsela entera,

ahora vive muerta,

danzando como loca, por los mundos,

por el fin, por un inmediato recuerdo,

danza ella sin pasar miedo.


Pattie, George & Eric.

Manuel de la Fuente | Madrid
Martes, 06-01-09
http://www.abc.es


Iba para modelo, que no era poco en aquel Londres de los primeros sesenta, aquel «swinging London» de optimismo y buenas vibraciones, pero la historia del rock le tenía reservada una de sus más exclusivas páginas. Y por partida doble. Porque Pattie Boyd, una de esas caras y cuerpos (salta a la vista, con su abrigo de piel de zorro rojo, diseñado por Twiggy) que sólo cabe imaginar en el catálogo en color de la década prodigiosa, fue la santa (y nunca mejor dicho), de George Harrison y de Eric Clapton.

Y de ambos, y de aquellos maravillosos años, y de otros, y de los Beatles, y del mundo del rock and roll, de los usos y abusos de las drogas y el alcohol, de la moda, da buena cuenta en «Un maravilloso presente» (Editorial Circe), una autobiografía nada condescendiente, ni siquiera autocomplaciente, en la que no se muerde la lengua, pero sin acritud, que dijo el otro.

Pattie Boyd amó intensamente a ambos artistas, y también los padeció. A ellos, y a sus egos. A ellos, y a sus vicios. A ellos, y a sus virtudes, que también las hubo. El primero, George, al que conoció durante el rodaje de «Qué noche la de aquel día» en marzo de 1964, se quedó en la Babia de la espiritualidad (y unas gotitas de LSD, y unas briznas de marihuna) tras su viaje a la India en pos de las enseñanzas del Maharishi Mahesh Yogi en 1968. Harrison se quedó colgado, de alguna estrella probablemente, y no bajó a menudo a la tierra desde entonces.

Y el segundo, Mano Lenta Clapton (colegón de Harrison, para más inri) tampoco le dio buena (be)vida, la actividad principal, la de empinar el codo, del guitarrista durante muchos años, además de la de ser uno de los más finos estilistas guitarreros de la historia del rock and roll....

Dejemos que Pattie tire del hilo de su memoria y del flechazo con George: «Con sus suaves cejas marrones y su pelo castaño oscuro era el hombre más guapo que había visto nunca. Estar cerca de él era electrizante. Cuando el tren llegó a Londres y terminó el rodaje, me quedé triste de que se acabara ese día tan mágico. Como si George me hubiera leído el pensamiento dijo: ¿Quieres casarte conmigo?».

Pattie y George ya son novios. Y se beben la vida (y lo que no es la vida) a grandes tragos: viajes, la pasión por los coches, el acoso de las fans, los vinos caros, los restaurantes más caros, la ropa, el diseño, las fiestas legendarias y hasta el amanecer, los felices sesenta en todos sus colores y sabores, cuando vivir el pop era vivir una película mágica, siempre con final feliz, como el de su boda, el 21 de enero de 1966.

Por el camino hubo redadas y hubo días de vino y rosas, y noches de vino y drogas: «Formaban parte de nuestra vida en aquella época y eran una fuente de diversión. Muchas de las canciones de los Beatles eran inducidas claramente por las drogas pero ellos iban de buenos; gustaban a todo el mundo.... Los Stones eran los chicos malos, abiertamente sexuales, disolutos y peligrosos. Si hubieran sabido...».

Mira qué canción he escrito
Pero las relaciones entre George y Boyd empiezan a enfriarse. Por si faltaba alguien, apareció Eric «Mano Lenta» Clapton. La llamaba por teléfono, le escribía cartas, y le escribía canciones. Y qué canciones. Así no hay quien se resista. «Encendió la grabadora, subió el volumen y me hizo escuchar la canción más poderosa y conmovedora que yo había oído nunca. Era «Layla»».

Poco después, de buen rollo, eso sí, que para algo eran colegones, el propio Clapton le suelta a su amigo George: «Tengo que decírtelo, tío, estoy enamorado de tu mujer». Pattie se va con el beatle, y al día siguiente Eric le hace chantaje emocional, y del caro, bolsa de heroína en mano: «Si no vienes me tomaré esto». Dicho y hecho, dicho y esnifado. Y cumplió su amenaza durante tres años. Pero lo de Pattie y George, cada vez más meditativo (o meditabundo) no funciona.

En el verano del 74 Pattie le abandona y se va de gira con Clapton: «Era una pasión embriagadora e incontenible». Y para Eric, durante años, lo que fue incontenible fue beber. Pero no sólo engañaba a Pattie con la botella. Hubo otras mujeres en la vida de Eric. Y hubo un niño, Conor (que tras su trágica muerte inspiraría al guitarrista «Tears in heaven») y hubo, finalmente, un divorcio, en 1989. Luego, para Pattie llegó el turno de reconstruir su vida lejos de los mitos, lejos de las leyendas, como fotógrafa. Y de las buenas. Atrás quedaban sus años de novia del pop. Novia del pop, y por partida doble.

Cantos de sombras

Siente la pesadilla su obvio error,
pasos que querían llegar,

que aún quieren herir,

insensatez cruel que taladra las nubes,

se van a la casa todos los perdidos.


Se ha estrellado contra su brújula,

la centella del norte,

heladas mareas han querido cobijar al sol,

de esta tempestad sin sombra,

de este dolor a cuenta de no rendirse.



Sol camino

Es desarreglo en mi,
le basta a mi alma,

luna que muere,

sol que jamás vendrá.


Descomunicada afición,

como infinito del sur,

aventuras que despacio caminan.


Dejan las maldiciones,

ovillos de huracanes,

el tiempo huyendo de la lluvia,

alrededor; vidas tumbadas.


Son trizas, quizás penas,

la ciudad con algo de sangre,

son rayos de sol las estrellas.

Frágiles.

No ruin

Se solapa la sombra en la luz,
hace de diamante un carbón sin quemar,
olas adorables, libres de la luna,
escarcha tenebrosa, furia ruin,
desesperados aullidos reclaman tranquilidad.

9/1/09

Charly (en) vivo. Newsweek.

17-12-2008 /
Después de sus internaciones, primera entrevista con el máximo símbolo del rock nacional.
Por Alex Milberg


Mientras los amigos lo esperan en el quincho, Charly García pasea por el sendero que lleva a la capilla de la familia Ortega. Es un camino de piedras rodeado de robles y eucaliptus, ideal para una peregrinación. Y aunque García no viene de rezar, la imagen igual es milagrosa. Con pantaloncito corto y zapatillas sin cordones, el máximo símbolo del rock nacional que hace seis meses demolió un hotel en Mendoza, padeció dos internaciones psiquiátricas y otra por una neumonía, apura el paso a pedido de su personal trainner. Tito lo ayuda con una rutina de ejercicios físicos que incluyen caminatas por el campo y elongaciones en la pileta.

El objetivo es desentumecer los músculos anestesiados por los medicamentos que le dieron para combatir la abstinencia. “Primero te desintoxican y ahora me estoy desintoxicando de la intoxicación y es más difícil, porque te deja lento, te deja gordo, te deja tonto”, dice García, sentado en un sillón blanco en el living del campo que Ramón Ortega tiene en Luján y donde Charly vive desde hace dos meses supervisado por una jueza, un psiquiatra, enfermeras y asistentes terapéuticos.

Es verdad que aumentó diez kilos a base de asados, torta y helados. También es cierto que mejora cada semana la flexibilidad de sus extremidades para puntear la guitarra y el bajo (por ahora canta y toca el piano). Pero lo que es evidente es que García, lejos de “quedar tonto”, conserva su particular lucidez. En la primera entrevista que concede desde su internación del 11 de junio, Carlos García Moreno repasó con Newsweek esta nueva etapa de su vida. Extractos:

- Newsweek: ¿Cómo está?

- García: Siento que tuve suerte de encontrar a Palito y a un montón de gente que realmente se preocupó por mí. Sin ningún un interés, hicieron como una coalición y ahora es un situación privilegiada estar acá.

- ¿Cómo vive la recuperación?

- Es muy rara esta industria de la recuperación. Tiene muchas fallas y el que sufre realmente es el paciente. Yo la pasé muy mal. A veces los tratamientos, si es que existen, encierran a veinte personas, para darle pastillas y sedarlos. Y eso te va reduciendo a una planta.

- ¿Qué fue lo más difícil?

- Las internaciones. No tendrían que existir estos lugares, siento mucho por los que todavía están ahí. Lo peor yo ya me lo banqué. Se pasaron meses evaluando si era neurótico, esquizofrénico, psicótico, personalidad dual o qué se yo. Y cada grupo de médicos me daba o me sacaba pastillas. Y me hicieron muy mal…

- ¿Qué piensa cuando revive estos últimos seis meses?

- Después de todo lo que paso, toda la locura, las internaciones, la neumonía, pienso que podría estar en una granja haciendo zanjas. Si Palito no aparecía, yo la estaría pasando muy mal, me estaría cortando las venas, qué se yo.

- ¿Con qué sufrió más?

- Lo más desagradable es que te aten. Que te aten a la cama.

- ¿A qué le tenía más miedo?

- Lo que más miedo me daba, era quedar un poco lisiado del corazón de sufrir tanto. Hay momentos en que la angustia aprieta y estas ahí y no te queda otra que aguantar. Hay que tener aguante. Eso me va hacer bien. Después de estar seis meses casi sin hacer nada, el cuerpo, los músculos y los dedos hay que moverlos de nuevo. Hay que tener paciencia y todas esas cosas.

- Ahora, en perspectiva, de todos los obstáculos que tuvo en su vida, ¿cuál fue el más difícil de superar?

- La muerte de mi papá y de mi hermano Enrique. Ese fue un gran obstáculo. A veces veo la diferencia que había entre el accionar de mi papá y del mundo. Era una buena persona, educada, inteligente y no era vendida.

-¿Pensó mucho en su padre durante las peores noches de encierro y de crisis?

- Sí, siempre pienso en él, lo quería mucho. Y cada vez que quiero suicidarme, fumo mucho. Es un chiste. (Su padre murió de un enfisema pulmonar, Charly hoy fuma entre cincuenta y sesenta mentolados diarios y pese a la preocupación de sus amigos, los últimos estudios mostraron que sus pulmones están limpios).

- ¿Qué recuerda especialmente de su padre?

- Me acuerdo de su estoicismo, que le pasen cosas y bancar y hacer que no parezca nada.

- ¿Y de su hijo Migue? ¿Tiene ganas de verlo?

- (Pausa de veinte segundos). No, está bien…por ahí nos vemos pronto.

- ¿Que tiene de diferente esta crisis, esta caída a otras que sufrió?

- Que esta vez alguien se hizo cargo. No es común. Y tampoco éramos tan, tan grandes amigos con Palito como para poder decir algo. Pero cuando tuve algún problema vine para acá, volví a la clínica y volví para acá, donde me siento en mi casa, la paso bomba. Y bueno, en algún momento dirán: “ya está, podés hacer lo que quieras”.

- ¿Cómo imagina ese día?

- Y… lo que yo llamaría normal.

- ¿Cómo es la vida normal de Charly García?

- Es muy diferente. Si veinte o treinta años vivís de una manera... Y ahora esto, que tiene lo suyo también. El cambio que se ve es muy grande, es lo que se ve: en lugar de una pared, veo árboles.

- ¿Qué prefiere?

- Me gusta la combinación de los dos paisajes. Los loros, la pileta, el parque gigante, el estudio que es super hi tech, o incluso este ambiente blanco y moderno. Además hay un microclima especial, mucha paz, en serio. Este es un lugar donde a uno le gustaría estar todo el día de visita.


En el último reportaje antes de su crisis a la revista Rolling Stone, Charly estaba furioso y dark, acuartelado dentro de su departamento en Barrio Norte, con el teléfono cortado por falta de pago y al borde del caos. “Vivía encerrado en su habitación”, recuerda la música Marianela Pelzmajer, ex pareja de Charly, de quien se había alejado en el 2005. “Ahora está mucho mejor, caminamos, charlamos en las comidas”, dice. El reencuentro se dio ni bien Charly la invitó a su cumpleaños 57, el 23 de octubre. Hoy ella lo acompaña cuatro o cinco días a la semana. “¡Alabada sea Marianela!”, festeja Fabián “Zorrito” Von Quintiero, otro de los habitués.

Pero la furia de la era “Say No More” ahora parece más aplacada, tal vez por el efecto de los sedantes. Tal vez sólo sea una manera de actuar. Incluso cuando desliza algunas quejas, no se lo escucha enojado. “Es cierto”, reconoce. “Lo que pasa es que acá estoy muy bien, Palito es un santo, su familia es divina y la verdad que no tengo tiempo para la bronca”. En una de las fotos, eligió vestirse de blanco. Sus amigos le decían que parecía un gurú oriental, un budista zen. Él responde: “¿Zen? No. Estoy más realista”.

García se ríe cuando se le pregunta qué extraña de la vista a la pared. Y, más pragmático que nunca, asegura: “Lo otro, la otra vida, no es el demonio que te pintan, pero tampoco es un lecho de rosas. El problema es complejo”.

Sus amigos lo saben y tratan de alentarlo. En una de sus charlas nocturnas, “Palito” le preguntó: “¿Charly, vos crees que consumiste más que Keith Richard? Si los Rolling Stones pudieron convertirse en los dueños de sí mismos, vos también”, le dijo. El grupo más allegado le recuerda la recuperación de Diego Maradona, con quien habló por teléfono en octubre e intercambiaron saludos de cumpleaños.”Lo que pasa es que Diego es muy grosso”, se atajó Charly. El aliento de su grupo más cercano es permanente. Su manager y amigo, Fernando Szereszevsky organiza todos los movimientos: las visitas de rutina a la Ciudad, las comidas con amigos y los avances del tratamiento. “Palito”, que antes sólo iba a su campo de 150 hectáreas los fines de semana, ahora se mudó a tiempo completo para acompañar a Charly en su recuperación. “Es como si hubiera sido mi hermano, nuestro origen, lo similar de la relación con nuestros padres nos acercó mucho”, dice Ortega, que prepara los asados y lo acompaña durante las noches viendo documentales de vikingos o asteroides.

Ni bien salió de la primera clínica psiquiátrica, Charly pidió ir a Luján, pero fue muy difícil. Todavía no se había estabilizado y la crisis de ansiedad era muy fuerte. Se rehusaba a tomar la medicación. Dos policías de la custodia se acercaron a la habitación y dijeron: “García, si no toma la medicación tenemos que llevar detenido a Ortega ya que usted lo designó como uno de sus tutores”. García interrumpió su ataque y susurró: “Palito, yo te voy a salvar” y se embuchó un cóctel de pastillas como si fueran caramelos tic tac. Ahora, en esta nueva estadía, las noches son diáfanas, sin ataques ni policías. A Ortega le preguntaron si no tenía miedo que Charly destrozara los equipos del estudio. “Si se rompen los equipos se compran, si se rompe Chaly, no hay reemplazo posible”, respondió.

En el campo hay un clima familiar, inusitado para el mundo García. La semana pasada alzó al hijo de su manager. No recordaba cuántas décadas habían pasado desde la última vez que tenía un chico en brazos.

En los asados hay mesas y juegos para grandes y chicos. Por el jardín corre Benito Noble, el hijo de Julieta Ortega. O los hijos de los amigos músicos de Charly que van a visitarlo y tocar en el estudio

En el medio de su crisis, García grabó cinco temas impactantes junto a Fabián Von Quintiero, Carlos “Negro” García López, Fernando Samalea, e intervenciones de Pedro Aznar, León Greco y Nito Mestre. “Charly volvió al sonido prolijo, con canciones limpias, sin grabaciones recargadas”, dice Von Quintiero, tecladista y bajista histórico de García. Cuatro de los cinco temas se fueron regrabando mientras Charly esclarecía su voz. Pero uno de ellos, conserva el sonido original de un García recién llegado de la clínica, angustiado y bajo los efectos de un cóctel de sedantes. “Che, si de verdad me tomás en serio/deberías saber por qué”.

García dice que los temas los tiene en la cabeza durante meses.

“Algunos son de cuando decían que estaba loco y otros de acá”, asegura y canta otro tema completo con una estrofa que parece una plegaria: “Y si no pierdo la esperanza/a veces con vivir no alcanza/voy a tomar un poquitito más/de aquella medicina del doctor”.

El repertorio de este disco en marcha se completa con “Rock & Roll Star”; “¡Oh, tía!” (donde reproduce máximas de una tía leídas por Palito y Evangelina, como por ejemplo, “Si hay un hueco en tu vida, llénalo de amor”) y “Yo ya sé”: “A la vez somos todos neuróticos/ todos somos narcóticos/ pero no sé por qué”.

En otro pasaje de la entrevista, se le preguntó a Charly García, de todas las cosas que había hecho en su vida, de cuál se sentía más orgulloso. Se quedó casi un minuto en silencio, pensando, hasta que respondió: "Click Modernos". Para los músicos que lo acompañan, sus nuevos temas van en esa dirección. Mientras tanto, cuando habla de música, cuando chequea los nuevos arreglos, a García se le ilumina la mirada: “Estoy en un trance, me siento en un trance, y me excitan las buenas posibilidades de este trance”

- ¿Sus nuevas canciones reflejan este trance?

- Sí, hablan de lo que me está pasando. Muchas veces es la misma canción. No estoy más loco antes que ahora…Pero las canciones juegan con el estar bien. “Y yo ya sé que no sos un hipócrita/que no sos un psicópata/ pero no sé por que”. O si no, “Freud te ha dejado solo como Internet”. Son frases de cuando vos vas a mil y terminás en la banquina y tenés que empezar todo de nuevo. Lo que digo es que a los músicos de mi generación por algunas causas nos pasa esto. Un alma fatigada y después, el renacimiento. No sé, me dieron por muerto, imagináte.

- ¿Y se sintió muerto?

- Yo veía en la televisión que estaba muerto y me sentía más vivo que nunca. Ahora cuando tu cuerpo expulsa todas las cosas, si después podés sobrevivir a todas las otras drogas que te pone el sistema y podes seguir tocando y de alguna manera rejuveneces, bueno no está mal. Está muy bueno.

- ¿Cómo vivió el período de abstinencia?


- Es mas fácil dejar de fumar marihuana que dejar de tomar una pastilla, bah, no estoy seguro. Yo hace casi un año que no tomo nada. Ahora estoy haciendo gimnasia en todo sentido, mental, físico, tengo que recuperar muy bien las formas para tocar el piano, la guitarra, cantar estoy cantando muy bien, no me estoy apurando.

- ¿Cómo imagina su primer recital?

- Lo veo como algo muy claro, con un gran sonido y muy simple, como este momento. Pero no voy a hacer canciones antidrogas. Ahora, si yo leo las fojas, o como se llamen, de mi causa, las leí el otro día… Las cosas que dicen de mí: pareciera que soy un asesino, un vicioso, un drogadicto de la peor calaña y no es tan así. Esa es la parte hinchapelotas de todo esto.

- ¿Y cuál es la parte positiva?

- Lo más importante es tener bolas para bancar, estar encerrado, es como estar preso, tenés que bancarte eso. Estoy más curioso por saber que va a pasar ahora que por lo que pasó. Lo otro es tan pesado, tan… Pero no sé. En esta casa, estoy rejuveneciendo. Me entusiasma el cambio, hay que ver qué pasa.

- ¿Realmente lo entusiasma el cambio?

- Estoy abierto a las posibilidades. Hay muchas personas que se interesan en mí. Y no tengo apuro, me quiero curar. Pienso que dejarse curar o cuidar es bueno también… igualmente pienso brindar con champan.

- ¿Le cuesta dejarse cuidar?

- Yo estoy hablando que te cuiden desde que no se vean botellas de vino hasta un asado, la comida rica que como, la pileta, el estudio, para estar dentro del artículo 152 del código penal, que se yo, no está tan mal…

- ¿Cómo se imagina en el 2009?


- Tengo que seguir trabajando para estar al cien por ciento. Me da mucha curiosidad pensar en todo lo que puede venir. Ya voy pasando el examen, me falta la guinda. Y lo que seguirá no sé. Que sea “Charly de lujo”. ¿Está bien eso, no?