Pies descalzos suben la escalera
Pies descalzos suben la escalera,
la orilla; recorren mis testamentos,
en la frente hay frió que da la derrota,
y parece la nada el infinito.
De noche investigo las huellas:
de los elefantes amargos,
de las muñecas rotas; que eran para siempre,
descansan parpados abiertos, ahora cerrados.
Sopla la intriga la armónica,
desde el infierno incendiando la magia,
y hay invitaciones en la sabiduría del silencio,
se separa el agua, la miel, sangre & aceite.
Delicados dedos de una pequeña mano,
serpentean en el encanto de rápidas horas,
hay sagrado peligro de que amanezca,
en horas donde las estrellas son todas mías.
“Jamás”, escribe el dedo de una nube,
en el cielo gris y verde azul de mi cielo,
convertido en alfombra de astros y dioses,
las ganas incontrolables de conocer a Dios.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario