11/1/09

Bajos destinos

Nací la noche que escape del enjambre,
conseguí ser fatal mientras intrigaba a mi bondad-verdad,

el tiempo sin saberlo se congela;

mira a la madrugada una película,

sobre un tren, sobre dos almas.


Se acaba la nada,

como cerillas de piedad,

(tiene algún miedo el aburrimiento)

conoce el hastío,

nadie, alguien, son todos amigos,

rieles, ruedas, pies, nena: bye bye.


Partió del muelle hacia la tarde tormentosa,

olas de las noches no permitieron que durmiera,

soplo Dios, rece yo.


Ella desapareció, quebró su malestar,

vio a la vida comérsela entera,

ahora vive muerta,

danzando como loca, por los mundos,

por el fin, por un inmediato recuerdo,

danza ella sin pasar miedo.


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