29/1/07

Sobre Enrique Bunbury (again and again)


-Héroe de leyenda
-Con nombre de guerra
-La herida
-En brazos de la fiebre
-El cuadro
-Big-Bang
-Robinson
-Lady Blue
-Desmejorado
-La chica triste que te hacia reír
-Welcome to el callejón sin salida

Son once títulos de canciones, solo once, extraídas una por cada disco (el disco es chato),
desde Héroes / Solista / Bushido / Solista / Vegas.
Llégo con música gitana, con la sangre hirviendo,
y no se va más,
cada disco llega a entrar en el corazón, mi corazón
cada uno de ellos, tienen la fuerza de emocionar,
de sentir la urgencia necesaria,
también amor vital y dormido,
la callada nunca fue la respuesta.
Me detengo hablar sobre Enrique, sobre su música,
por necesidad de borrar, o usar el liquid de brochita,
por las opiniones vertidas hacia él y su música de mi parte.
"Si he podido emocionarte,
no dudes que lo puedo volver hacer"
que si, que no, que si, que no, que no, que no.
La relación con la música,
la relación con las mujeres,
la relación con los vicios,
parece que todo es uno solo,
y nuevamente no se remite a algo,
alguien, momento, o recuerdo, incluso futuro y presente.
Debo aclarar que nunca dude sobre la música,
sobre lo que escuchaba, sobre las armonías, ritmos,
letras, silencios, diseño, no, no,
simplemente creí que debía de creer en algo,
una clase de "cliche" rockera, equivocada y mal llevada.
Con sus canciones, y conjuntos de canciones (digase plano y chato),
logre levantarme todas las veces que caí,
es la carta As, es el nó dejarme llevar,
o ir por mi propio camino equivocado,
pero mio al fin.
Oscuramente, en el momento de menos atención hacia la música de Bunbury,
todo pareció ir en dirección errónea (personalmente),
ni siquiera contraria,
tuve suerte que en tiempos difíciles el calendario de gradación de Enrique no coincidió con otro disco, Perfectamente llegue al Freak Show.
Las cerezas parecía arena de construcción,
se iba entre los dedos,
el amor se fue entre los dedos,
las cerezas, esperaron mi temporada,
cuando rejuvenecí junto al rayo del sol,
y regrese al camino,
a ese del corazón.
Pues con este texto mi propia cuenta esta saldada.
La fin.

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