Alma de fantoche sin estrellas

Tercer piso, desde esta cocina,
la llama aborta fuego y se va,
triste estoy y el dios rayo enciende mi cigarro.

Distingo a lo adentro y lejos de este ser,
crece la planta de la diferencia,
con tierra multitud, recuerdos desde el manicomio,
aprendizaje dormido y despierto.

Conmovida mi sombra se pone perfume,
abre mi alma y se quiso escapar,
no moví el aire en mis pulmones,
y la vi escapar, y la vi desaparecer,
tal vez quiso otro rumbo perdido.

Y como nací en isla sinceridad,
no fui rumbo a buscarla,
invente siniestra felicidad,
al ver el espacio vacío de sombra,
en citadinas paredes, en ojos que observan besos,
viaje alrededor de la sed, bese el miedo y lo deje,
en mi equipaje hay solo la silueta del amor de mi sombra.

Tito Lagrimón