Poema XXV - Charles Baudelaire
Ondulante en su traje de tonos nacarados,
aun cuando camina diriase que danza,
como aquellas serpientes que flautistas sagrados,
hacen bailar al ritmo de una pequeña lanza.
igualmente insensibles a la humana dolencia,
como las largas redes de olas en el puerto,
ella se desenvuelve con fría indiferencia.
y en su naturaleza simbólica y oscura,
donde la antigua esfinge se halla al ángel mezclada,
como una estrella inútil para siempre fulgura,
de la mujer estéril la majestad helada.
1 comentario:
----te extraño eduardo
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