Muchacha
Mi novia perdió su cabeza, encontró sangre en nuestro amor,
fue esta infinita tristeza la que ocultó los mapas y sus cruces,
vi su mirar cuando calentaba al sol,
deseable corazón, un domingo de mañanas,
encontré en la mesa de la cocina mis zapatos con sus botas,
con mi letra escrita en el techo: “el amor te esperará por siempre”,
escuche debajo de la alfombra el beso de un ángel,
de las paredes, las manos de la ternura,
cortando hiervas de cedros,
aun puedes dejar tu güisqui y venir conmigo, viento huido.
Despertó la mañana con la oportunidad lista a zarpar,
no necesitas mi permiso para venirme a visitar y dos besos más,
sabes, haré de mis sueños tangible realidad, cielo alfombrado,
a veinte pasos de cumplir la promesa olvidada en tus labios,
pienso que te queda muy bien este chico adolorido y tus manos,
me acerco más y se agranda la sonrisa de Dios,
pienso que debo apurarme que la urgencia también es eterna,
con tu piel en mi pecho, con tus cabellos cortos y largos,
a veinte segundo de no separarme de ti de lo que quede de muerte,
hay personas auto-adiestrada a los besos de ocasión,
tengo por aprender el destiempo encantador de tu pasión,
olvida el mundo y sus especulaciones, tiranías ajenas.
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