Mírate, mírame,
siéntete, siénteme,
no te digas nada,
dime todo,
no te quedes callada,
te digo todo.
Quédate conmigo,
me quedo solo,
anda despacio,
anda rápido,
enferma de amor,
despedida de amor.
Depende del aire,
muerte de sonrisas,
témele al comienzo,
nunca, nunca al final,
salud y brindis, por el aún.
Mil años enamorados,
sin certezas del pasado,
miran sobre mis hombros,
miro tus manos sin engaños,
es falso, es mentira, es igual.
Y sabes sobre ciudades dormidas,
Buenos Aires herido,
Managua acabado con champán,
sabrás de gigantes que abrazan princesas,
escrituras de un amor que no recuerda,
Guayaquil, árbol verde de miel que beso,
suelos de silencio, lunar rincón que recuerdo,
lugares mutuos y sinceros, estrellas bellas,
y allá va la vida, sedienta y sudando,
es rara ella, como el amor, como el infinito quebrado.