Ahí vamos
Estaba pensando en la última vez,
estaba ella alumbrando el ultimo puerto,
de esta manera vino del mar el viento del despido,
y mis venas, mis velas, nada, nada les hizo caso.
caminantes del licor en madrugada procesión,
los ojos de la montaña, de la montaña mía,
ahora estoy sin rescate y me dice la vida que siga.
que siente antes de volver a aspirar,
después de exhalar y besar las pupilas de sábila,
veo al silencio contemplar un infinito dócil.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario