El mañana de la canción

Sé que el mundo no se queda inmóvil,
que las estrellas son muertas que siempre vivirán,
sé que entro en problemas cada vez que despierto,
cierta muda voz insiste en señalarme el camino,
por rutas de sueños, rutas duras y deliciosas,
son creencias fundamentales del amor.

Cenizas de un corazón caído,
una extraña bebe de mi vaso,
una estrella roja algo susurra a la luna,
estoy en algo real, en un cuarto de fiesta,
las horas desesperan por morir
los vientos calientan,
la princesa bebe alcohol,
afuera, allá en la tierra del sol,
se alista una protesta de paz,
de tamborines y un par de amigos,
casi suena tan sencillo,
princesa de mirada hirviente,
escondo lo mejor, el brillo, la verdad,
elijo ahora el azar de acertar,
y ser eternidad que intenta,
casi es, como la eternidad,
una soledad en la nada,
palma de mano en cine ambulante.