27/9/08

Los hijos del crudo. By: Gabo Lucio

Tomar más conciencia, romper esa burbuja y volar en absurdos. La globalización del consumo, una cultura en donde las acciones individuales se tornan como un desfogue de miedo y de neurosis. Alcanzar un estándar de vida medio alto, el mero gozo por las necesidades inventadas de los centros urbanos comerciales de cemento. Es un estar para vivir como autómatas del consumo con chip incluido.


Entender los fenómenos que producen las multinacionales capitalistas, aquellas gigantescas zonas de consumo descomunal en donde la gente adquiere accesorios suntuarios, algunos bien inútiles, y al parecer no importa si eso calienta o destruye el planeta.



Es como si quisiéramos vivir como en el primer mundo para ser beneficiarios directos del desarrollo humano, social, tecnológico y económico dentro del mundo del dinero, en donde todo y todos parecen más ordenados en su entorno peculiar, independizados nadando en el mundo del trabajo y de los productos de las multinacionales, seres humanos autónomos, independientes, individuales, solitos. Todo este paquete que ofrece este sistema del mundo capitalista, ¿Es más importante que la destrucción del medio ambiente o que el hambre de la humanidad?.


Carlos Marx dijo que la exigencia de abandonar tus ilusiones sobre una situación, es la exigencia que se abandone una situación que necesita de ilusiones. ¿Será esta idea acaso una referencia al mundo capitalista y lógica de acumulación? Así que hijos del crudo negro, vivimos en un país dependiente, subdesarrollado o en vías de desarrollo, mas no en una sociedad equitativa en donde se reciclan las cosas para que la gente las vuelva a usar (como sí lo hacen los concientes de este sistema inequitativo o humanos mal llamados pobres).


Si queremos ser solidarios con las personas de escasos recursos, acaso en primera instancia tendríamos que renunciar a las ilusiones o necesidades inventadas por el consumo o mejor será entender que muchos millones de humanos no viven de ilusiones sino de necesidades reales para poder subsistir?. Una contradicción sistemática entre renunciar y entender.


Las ideas, proyectos o políticas de un desarrollo sustentable o de un mundo democrático no

protegen el entorno natural ni sustentan los derechos humanos. Otra contradicción sistemática entre renunciar y entender.


Y nosotros hijos del crudo o del petróleo, ¿debemos sentirnos felices y conformes porque tenemos más que otras personas? ¿Todo esto nos permite ser gratos con el presente y descubrir lo que exactamente tenemos que hacer durante nuestra existencia? Todo parece un siniestro conformismo.


Marcianos invisibles, hijos de crudo, consuélense y crean no más en las energías espirituales, puede ser que en estados diferentes de conciencia (sea por meditación o uso de drogas) se sienta uno más conforme con la realidad que nos estarnos comiendo, sin respeto, ayudando a que nuestras fuerzas sirvan para que todos tengamos cama y una cocina sin árboles en la amazonía. ¿Estamos matando al amor?


“Ahora escucho la lluvia, y me acuerdo las palabras de alguien que me decía que es más místico cuando llueve de noche, en la oscuridad. Me gusta la belleza que dejas por rastro porque transmite una conciencia hechizada en el laberinto de la incerteza”.



No hay comentarios.: