Letras de amor y libros de folk

Nunca vez otra vez, dame un amor,
invasión de estrellas que les gustaría,
puede pasar, que lo puedas con calor explicar,
mi voz eco eterno que retumba en interiores rocas.

En un parque la oscuridad le pinta los dientes
al silencio, que con labios; al sol quiere besar,
sigilosa la sombra, ella amable por la mañana,
al oscurecer de noche sus voces se enredan.
En marañas indescifrables en tiempos de alcohol,
barre la escoba de San Angustie para reemplazar lobos,
aquellos asustan a las infantiles madrugadas,
rosas color sensación, en ningún bolsillo cabe río sin fin,
olor a destrozado corazón, deambulando por ecos ruidos.

Hay un ritmo que es cuerpo y ambición,
de las calles sin fantasmas deambulando,
creando disfraces de ocasión para matar,
en sangre podrida de vagabundo poeta,
renacen mariposas de luces que seducen,
amantes de alguna vida, es esta vida.