Ahora dulces

Será de desaparecer,
volverme inicio y cerrar;
los deseos de las venas dolorosas.

Quiero en mi lugar,
un trueno de paz,
y alma que sea cielo.

Deseo alejarme de mí,
tener el plano del tiempo,
tener las cartas de las estrellas.

Permíteme herir y huir,
embrollos a media luz,
a las espaldas de Dios.

Le hago ascos a los jugos de sacrificio,
he visto manos que hablan,
nunca las fronteras de la realidad.

Es mi reflejo una autentica decadencia,
de esa inesperada llama que deja huellas,
mármol, oleos, fe bañada en plata.

Escribo mi nombre en el olvido,
de ninguna manera es una sentencia,
es el viento de la noche que me respira.

Invito ahora mismo al presente,
que se haga carne, hueso y sangre,
son paredes invisibles las distancias.

Maltratada soledad, ríe y ríe,
cerca de la felicidad trajina,
piensa que de invitados;
ella será la de honor.

Sin fuerzas se levantan los miedos,
de perenne sensación de mentira,
una herida desterrada que salio a volar.

Quisiera un segundo de intenciones,
describir el universo sin saber donde,
abstinencia de abstinencias, yo sincero.