Calle de los caramelos

Tiembla el sol, se acerca ella,
aparece por su ventana,
extraña y loca alma,
el desierto va en busca de agua,
y como ocurre cuando quiere;
amor del sur, me lanzare a profundos labios,
las recompensas son ciertamente mentiras.

Agita un celeste pañuelo;
los dedos al fin de las despedidas,
avanza el tren sólo a buscar heridas
esperan los rieles la caliente miel,
ahora se incendian los lugares sin amor.

Piensa una vida bajo la lluvia,
son noches mirando el fuego, viceversa,
cuando el día siente, luna de plata mira y mira,
busca cosas en espejismos, espejos,
a vísperas de las cercanias del universo
las miradas, sin querer saben esperar.

Se pintan las mariposas en celo,
adormece el invierno sintiendo,
piden calor los besos y los jardines,
se arrastran calle abajo;
las penas hacia las alcantarillas,
nunca volverán, será muy difícil