Viento de sal

Detrás de un viento de sal,
ya no se esconde más, ningún mal,
enterrados ya los atentados,
viven los amorosos a intermedios,
mientras pestañee el dolor,
mientras la nada descubra milagros,
serán desmesuradas las intenciones,
que debajo de un zaguán demoníaco,
ojos de la noche se escabullen hacia besos.

Angustiosas, adoloridas, blindadas almas,
refresca la boca su sonrisa en aguas libertad,
anzuelos ineficaces, insignificantes ataduras,
golpes a la altura de los sueños, amarguras,
aun así, insignificantes advertencias cantan,
a siluetas enganchadas a cienes de lunas anteriores.

Sendas invitaciones escribe la decadencia,
en largos versos gestiona su huida con Dios,
en cambio son pocas las letras provenientes del amor,
alturas para darle de respirar al tiempo aturdido y ahogado,
apretón de huesos, olor a carne húmeda, sangre,
relojes nunca agotados dan la hora al único arco iris aun vivo.