Canción matutina
Desmaya en el piso mojado,
despierta en el piso ardiente,
la reina de los imposibles
sacando cita, pidiendo abrigo,
lágrima que se consume,
alguien admira a los miserables,
alguien olvido apagar el fuego,
en este mundo no hay tiempo para revivir,
ansias de morir a paso de tortuga feliz.
Mi corazón me abandono,
en una nube suena aquel teléfono rojo,
no hay quien conteste a una llamada desesperada,
es tiempo de retiros, de retroceder y devolver,
brillo de sol palideciendo mis huesos,
duda que crece como la lluvia,
hacer el amor sin saber por que,
entretanto el aire respira duelos de tristeza.
Ondulante veo mi reflejo andando por el aire,
venas dispuestas a ceder a la evaporación de su sangre,
dedos a la orilla de sus cabellos ríos,
alguien observa a lo lejos algo de mi dignidad,
un mensaje sin descifrar, quizás esta noche,
alternativa que no tiene salida hacia la mentira,
debutante armonía quebrando al caos,
caos perfecto y sin grietas.
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