Puerta de plumas

Estoy pasado mil millas del amor,
de las sonrisa tierna y abierta,
un caso sin cine ni películas,
un terror que nace por cesárea,
a solas tu desnudes y mi mejor corazón,
tierna madrugada alumbrando pequeños no,
no te vayas hoy de mi lado pequeña e inmenso corazón,
emancipadora de la libertad,
dirás tu que eres fugitiva,
el llamado de tu madre
el llamado del recordar,
seguro haremos los contrarios,
seguro seremos suficientes,
de la voz de Eduardo para vos,
soledades en circunstancias delatantes,
sobre mi noche infinita se agota arena.