Imagíname y Resucítame

Lleno de camisas blancas el firmamento,
quémo en la oscuridad de la ciudad,
los diarios y algún que otro vicio.
Recuerdo aquel día que recobre la curiosidad,
hacia frió y el aire tenia aroma a licor,
no empezaba siquiera el sol a despertar,
y mis manos no paraban,
mis ojos se extralimitaban.
Al despertar dos veces otra vez,
descubrí el buenos días y el estar bien.
Nunca admitiré que queme, que mentí,
que falle, que asesine, que gane, que nunca aposté.
En algún testamento mucho antes de morir,
detalladamente escribiré mi vida por mi corazón,
dejare al alma libre en busca de sus obsesiones,
dejare pesado cuerpo de arena y sangre en cualquier lugar,
las fantasía son reales, la música una galaxia,
el amor seducción de la vida,
sexo afición.
Te dejo recuerdos de colores, aun no,
los dejare, si me voy, si te vas.