Hacer calle me encanta. Siempre se te va a ocurrir una hora antes de salir. Es la bomba que explosiona, big-bang, cualquier día de la semana. ¿Y que haces en esa hora? y andas ahí dando vueltas a los cd´s, miro la tapa de un disco de Charly, inmediatamente buscas los rincones donde pueda aparecer la bebida espiritual y está; vino tinto, dentro del bolso que te vas a llevar, te peinas y haces como Andrés en Plaza de Mayo, miras al cielo para saber si va a llover y sabes¡¡¡ que va a llover, y como no tienes ni paraguas ni esos trajes de plástico, da igual.
Con el vino y los vicios en bolsillo escondido, te pones los audífonos y los audífonos no sirven, y no van a servir nunca, no importa, igual ahí caminas como chueco moviendo el pie derecho a la izquierda y metiendo la panza, el volumen se va y viene y la repites, Saigon y consuelo.
El bus ni me ve, ni me espera. Viene y se va sin mi, me siento en una piedra porque alrededor no hay nada mas y me pongo a leer. Y ahi viene, el bus, agarro todo, casi me caigo y me pica una hormiga, y el bus no es. Me vuelvo a sentar y Sabines la tiene clara y amarga, viene el bus que es, y se vuelve a ir. Provoca seguir leyendo, se acerca el bus y otra vez, todo al fondo de la rota maleta y nadaaaa, otro equivocado.
Le acierto a los equivocados y me pierdo los inevitables. Esta vez me pongo 22 y al próximo no lo dejo ir. Ahí haces fila, obviamente detrás de la señora con vestido rojo del `79, los zapatos mas grandes que su pie, y el zapato cae y uno amable “tome señora” y el busero se ríe y no me cobra el pasaje, la señora luego coqueta me invita a su asiento;"no la veo", llego casi al fondo, feliz ya con un ahorro merecido y olor a zapato tropezado
Por cierto: un consejo que se ha ido uniendo como rompecabezas de años y destino. Pues si viene alguien o muchos a robarte cualquier cosa en cualquier lado, se te acerca y ya las intenciones son un hecho: di algo amable, adelántate un segundo, "BUENOS DÍAS", y entonces CRAHSSSSSSS PAAAMM, PUUYYWW, en la o las cabezas de los ladrones la amabilidad rompe ciertas ideas preconcebidas digo yo... (ojo). Hace tiempo un loco esquinero me llamó con una seña y yo amable y no citadino me acerque, me dice que le de todo lo que tengo, pues acaba de salir no se de que cárcel porteña (libertad) mostrandome una pistola ya deslucida, lo mire y estaba flaquito flaquito, no se me ocurrió mas que invitarle a comer una pizza y el dijo que si y que serian dos¡¡¡, bueno OK. Ahí estaba gastando seis pesos con ese señor, ambos comimos de la pizza y no hubo nada de psicologías y preguntas de heridas ni penas, habló de su barrio y yo no dije nada, bueno eso pasó hace algún tiempo.
Ahora; un asaltante entro a un bus en estos días, una conocida línea de bus para los que viven desde (creo) la alborada hasta Miraflores, se fue al fondo y pidió colaboración, otra vez, revolver en mano y no era el de los Beatles, pasó con otro loco por los asientos viendo que se llevaban y cuando llegaron al mío, (diriase asiento musical electrónico & toxico). Ahora este moreno andaba medio desorbitado y nada mejor para la desorbitación que un buen vinito, ni francés ni argentino lo saque de la maleta del cuello rojo y ahí fue, “tome señor”(literal), y así, guardó su pistola y le gritó al otro y ambos se fueron, fue así, en la esquina me baje.