Entre dos mares

Hay días que la noche no disculpa,
la falta de creatividad para los hacedores de sueños,
hay ventanas que dan al cielo,
sindicatos de santos y santas,
el camino que me deja seguirlo,
distinto caminar, ventoso y soleado.

No será una vida fácil la mía conmigo,
lo supe desde mi primer amanecer que,
muchas veces estaría solo,
que haría lo imposible, inmediatamente,
otras veces en silencio, columpie mis heridas,
las seque con lejanías tempranas,
me deje parado atrás con esas penas.

Creedme, descansada herida de sombra en cielo,
necesito de la bondad insurgente, valiente,
hay muchas cosas que voy a intentar sin pensar,
firme en la sala de la casa de cita de dios,
el contrato final, la decisión quedo dividida,
al final las cuerdas de mis brazos seguirán,
al final mis dementes bailes no descansaran,
al final sentí todos los sentimientos,
no hice daño a las damas que el amor,
se encargo de que amara.