24/11/07

Haciendo todo para este mundo

La nueva piedad se rinde ante la Cayambe,
mis pies, mis manos, mis ojos, son libres ahí,
llueve gotas de páramo en los techos humeantes,
extraño la seriedad de la risa de mi sol,
en las vertientes serenas, garabateo colores a tus cabellos.

Desperté al tocarte el corazón,
envuelto en enfermedad pude ver la verdad,
percibí amor entre dos risas,
vi siluetas en nublados espejos,
entregue a las puertas del infinito,
dedos con imaginación, miradas sin adiós.

No se si besaré labios que no se vayan,
la luz a la que me entrego solo puede llevarme,
fumo sin tabaco acertijos en las noches,
miro al bosque en busca de amistosos seres,
encuentro lagrimas de media noche,
en hojas verde rubí de los árboles.

Sé que mi mente encontrará su puerta,
cuando sea el día del ultimo abrazo,
escuchare las campanas de la iglesia oscilarse,
todo el día sentado, dejando a mi corazón,
dejando que baile con la tristeza y el infinito,
tocándose suavemente, hay todo por que vivir.


1 comentario:

Anónimo dijo...

muy buenos textos hermano... siga tan actualizado con la mente tan homogenea, suerte hermano nortino.