La hija del dolor
Se ahorca el soldado que perdió,
humea de sus venas simple sangre,
desertó a los ojos de su madre,
la cosecha de la víctima, ella no agradeció.
Se dijo a propia voz, que a su hijo lo mataron,
gritó a los espíritus de la soledad, San silencio callo,
viajó profundo a su madre corazón, ramas de dolor,
el cielo ya no fue nunca más azul, acaso rojo terror.
Hay todas clases de sensaciones para vivir,
hay lindos sueños que nunca han conocido el dormir,
algunas almas compran tinieblas para no morir,
sobran damas incapaces de besar, al caballero y al estrellado,
los hijos son signos en la sin fin claridad de una madre.
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