8/1/08

Palo de Enero

Hacer calle me encanta. Siempre se te va a ocurrir una hora antes de salir. Es la bomba que explosiona, big-bang, cualquier día de la semana. ¿Y que haces en esa hora? y andas ahí dando vueltas a los cd´s, miro la tapa de un disco de Charly, inmediatamente buscas los rincones donde pueda aparecer la bebida espiritual y está; vino tinto, dentro del bolso que te vas a llevar, te peinas y haces como Andrés en Plaza de Mayo, miras al cielo para saber si va a llover y sabes¡¡¡ que va a llover, y como no tienes ni paraguas ni esos trajes de plástico, da igual.

Con el vino y los vicios en bolsillo escondido, te pones los audífonos y los audífonos no sirven, y no van a servir nunca, no importa, igual ahí caminas como chueco moviendo el pie derecho a la izquierda y metiendo la panza, el volumen se va y viene y la repites, Saigon y consuelo.

El bus ni me ve, ni me espera. Viene y se va sin mi, me siento en una piedra porque alrededor no hay nada mas y me pongo a leer. Y ahi viene, el bus, agarro todo, casi me caigo y me pica una hormiga, y el bus no es. Me vuelvo a sentar y Sabines la tiene clara y amarga, viene el bus que es, y se vuelve a ir. Provoca seguir leyendo, se acerca el bus y otra vez, todo al fondo de la rota maleta y nadaaaa, otro equivocado.

Le acierto a los equivocados y me pierdo los inevitables. Esta vez me pongo 22 y al próximo no lo dejo ir. Ahí haces fila, obviamente detrás de la señora con vestido rojo del `79, los zapatos mas grandes que su pie, y el zapato cae y uno amable “tome señora” y el busero se ríe y no me cobra el pasaje, la señora luego coqueta me invita a su asiento;"no la veo", llego casi al fondo, feliz ya con un ahorro merecido y olor a zapato tropezado

Por cierto: un consejo que se ha ido uniendo como rompecabezas de años y destino. Pues si viene alguien o muchos a robarte cualquier cosa en cualquier lado, se te acerca y ya las intenciones son un hecho: di algo amable, adelántate un segundo, "BUENOS DÍAS", y entonces CRAHSSSSSSS PAAAMM, PUUYYWW, en la o las cabezas de los ladrones la amabilidad rompe ciertas ideas preconcebidas digo yo... (ojo). Hace tiempo un loco esquinero me llamó con una seña y yo amable y no citadino me acerque, me dice que le de todo lo que tengo, pues acaba de salir no se de que cárcel porteña (libertad) mostrandome una pistola ya deslucida, lo mire y estaba flaquito flaquito, no se me ocurrió mas que invitarle a comer una pizza y el dijo que si y que serian dos¡¡¡, bueno OK. Ahí estaba gastando seis pesos con ese señor, ambos comimos de la pizza y no hubo nada de psicologías y preguntas de heridas ni penas, habló de su barrio y yo no dije nada, bueno eso pasó hace algún tiempo.

Ahora; un asaltante entro a un bus en estos días, una conocida línea de bus para los que viven desde (creo) la alborada hasta Miraflores, se fue al fondo y pidió colaboración, otra vez, revolver en mano y no era el de los Beatles, pasó con otro loco por los asientos viendo que se llevaban y cuando llegaron al mío, (diriase asiento musical electrónico & toxico). Ahora este moreno andaba medio desorbitado y nada mejor para la desorbitación que un buen vinito, ni francés ni argentino lo saque de la maleta del cuello rojo y ahí fue, “tome señor”(literal), y así, guardó su pistola y le gritó al otro y ambos se fueron, fue así, en la esquina me baje.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ladrones por todos los rumbos, y de toda clase, pero el mejor es el que se roba las historias de los zapatos de las mujeres de los vestidos setentones...edu siga viajando en acientos de primera.....sinceramente...
un vagabundo
mm