Bocas secas

No son días, horas, manecillas,
no son segundos, alarmas ni alertas,
no son del pasado, ni mente, ni recuerdo,
tiempo en botella, mar del tiempo,
cielo sobrevolando el futuro,
extrañas demandas del presente.

Un rayo paralizado, quedo eterno,
lagrima eléctrica que se niega a ir:
a cualquier lugar sin ella: su oscuridad,
amante de las semanas incompletas,
en las arenas de las bocas secas.

Amablemente el río toca mi corazón,
otra vez se quita los zapatos para descansar,
el rencor acorralado de postales robadas,
hey, puedes ser el tiempo tratando de decir algo,
reino del vino, dónde beben sangre y fuman mis ojos.