Girasoles, 1888
Como un río que recorre cielos y peces,
agua, sol, orillas que nadar, que atravesar,
aprender ahogándome, ser bueno y morir,
posee cara pálida la mentira,
tiene mi fe: manos ladronas y sinceras,
se vistió hoy la libertad de sexy rojo,
ella levanta los brazos y me roba el alma,
arena de playa cerca de las montañas, alerta.
Despiadado sueño, amable pesadilla,
advertencias que van al hueco de mi bolsillo,
heridas que ríen mientras sangran,
escribo palabras delicadas que rompen llamas,
conocí nubes que ardían en fuego,
son las ansias del amor desatando tempestades,
¿como parar una lluvia de viento?,
¿como no perderse en bosque soledades?.
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