Rompiendo con el Saxofón

Linda leyenda sobre la soledad,
viaje crápula donde sea que camino,
viajero perdido, algo especial aguarda la mañana,
hay en la mirada resplandor de oportunidades,
mano y anillo que abren rutas,
sus ojos plateados brillan de tanto fumar.

Nace borracha la noche en las montañas,
graciosas damas desnudas cosen sus estrellas,
ellas menudas me reciben simpáticas y amables,
calzan sus miradas en mi cansado pensar,
situación que hace reír a la noche,
fugases brindis ayuda a inédito renacer.

Listo para ser cien mil pedazos de ilusiones,
para ser burbuja de madera,
o nube que solitaria viaja y se distrae, se pierde,
sea lo que sea, no estaré encorbatado,
cadenas de piel, poro sediento de sudor,
pared de ojitos en rimel, risa pandereta.

Ser el tonto de sus pecados pasajeros,
cenizas de placer en sus labios aguijón,
canción del viento, duelo a la tranquilidad,
seré de fuego bajo la lluvia, silencio de apagar.

Si los susurros me acompañaran hoy aquí,
encenderían sus velas con llamas infantes,
provocando al vicio de respirar seguir y seguir,
invadiendo todo lo invadidle, rompiendo algo,
hay ahí una culpa tocando el saxofón melancólicamente,
y la desesperanza llega a ser afortunada, demente.