23/8/07

Montaña 22

¿Donde escondes tu mirada indiferente?,
tus deseos entre los dientes,
la bienvenida de ese adiós tan esperado,
la madrugada cuando el amor se adueño de dios,
¿te encuentras despierta?, quiero despertar contigo,
entre los pedazos de la realidad y la amistad de tus labios.

Por no dejarte dejaría a mi alma sin mí,
aprendo a escuchar voces que tus sombras gritan,
y entiendo aquellas fantasías cuando se funden en mi realidad,
rojo naranja el resplandor que ilumina nuestra debilidad,
no necesitas creer en mí, no necesitas desconfiar de mí,
va desnuda mi alma, en busca de una entrada a tu mundo,
no imagina ni siquiera el futuro, la belleza que hay entre tú y yo.

Desprendo de las ramas de la infancia la flor de tu imaginación,
encuentro en las venas verdes de las hojas miradas llenas de amor,
y es la sensación de misterio que no necesito descubrir,
en el calor de tu cama sabré encontrar el camino a seguir,
invitémonos a olvidarnos del mundo, a obviar aquel dios,
nunca he dicho una mentira que no se vuelva verdad.

Y al final nunca sabré como despedirme de ti,
desde el comienzo tu corazón guardo el remezon,
no es hija de la lágrima la casualidad, ni pantano este jueves,
alquile una oración, una noche con estrellas,
tus costumbres; mis madrugadas felices en vela,
hambre de honestidad, es la factura que me pasa tu amor,
quiero ser casi puntual con los besos a dar,
con los besos a recibir, no vayas a decidir no querer más.

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