Olvido

Tiemblan las piernas del olvido,
ellas que fueron tan guapas, tan mías,
están de luto los paseos a la cama,
el que olvida tiene una corona de espinas.

Le duelen los huesos al olvido,
tuvo un tobillo radiante y atado,
buscaba la miel para tu leche,
encontré solo caminos perdidos.

Miran ahora a la luna las pupilas del olvido,
desnudó su egoísmo, retorna el amor,
con pies hinchados, y el rostro golpeado,
te extrañe todas las veces que morí.

Se extinguió ciertamente el olvido,
tampoco el olvido es eterno,
se fue con el más delicado vestido,
no hubo razones para una despedida.

Hay un espacio vacío,
es todo lo que dejo el enfermo olvido,
vencido no supo como cargarlo,
ahí esta el espacio lleno de vacío,
del olvido.