Santos Cosme y Damián

Leo, escucho, veo, lo circular que es la vida,
los siete círculos del oriente, el retorno del retorno,
si lo ha dicho hasta el Huambra Castro!!
las grietas y el volver a empezar, al mismo final,
pues no¡, hoy digo que no es circular ni eterno,
que la vida olvido la geometría, que la vida no es una O,
ni siquiera el destino aunque quisiera, el camino de vuelta al hogar.

El principio de todo esta en el final,
es el propio peso del presente, ¿que si pesa?
que te lo diga la nube negra, autógrafo y chau,
no conozco ningún final, lo digo de verdad;
es asombro lo que se siente cuando la sorpresa dice presente.

Y sucedió que soñaba con San Cosme y San Damián,
en encontrar algún punto, eso que todos andamos buscando,
queridos enjambres, ahora con mis propios talismanes,
calles en espirales, rosas rectangulares, mentiras regulares!,
mire usted; se pinto la imaginación a su gusto,
arremetió el corazón a los sueños, exigiéndole el lugar exacto,
donde todas las realidades darían media vuelta, y marche!,
donde la unidad siempre estuviera acompañada,
también la isla desierta, y las tres infinitas cosas.

Pues bien, quedo desolado el imaginario lugar,
roídos mapas son estrellas para que no te pierdas,
nunca se puso en venta, ni pensar en arrendar,
consagración de los que sueñan sin dormir,
mejor así, vacío y a oscuras, brevedad intensa,
deseando que jamás hubiera deseado,
resulto ser tan frágil que nunca se quiso quebrar,
sentirse como un lugar a veces se debe de sentir.

Gran sorpresa tuvo mi interior, al conocer que:
Santo Cosme y San Damián, queda en el Paraguay¡¡¡¡
algo se rompió, pásame la goma Andrea, que ya lo pego,
creí que había terminado con el final, y por golpe de acción,
simplemente no, ahora es un lugar físico,
ahora el mapa lo llevo en el bolsillo, de mi camisita,
es obligación ir hasta allá y buscar lo que quise encontrar,
¿quien tiene la piedra que diga que no?,
es la ruta Nº1, a 343 Km. de Asunción,
observatorio espía de las ocurrencias de los dioses,
en una urna de cristal dejare todo mi amor,
a disposición de cualquier débil corazón,
De nuevo a San Cosme y San Damián.