8/2/08

La luna; sabia

Sabia, lo tenia acá escrito,
sacrilegios del tiempo,
apuesta a favor del perdedor,
un tipo distinto de ganador,
detrás de unas rejas la luna se pasea.

Tiene vida propia la vida,
también lo sabia,
desde niño escribía pentagramas,
en ventanas, sintonizando la fuerza del cielo,
ahora soy distinto, lo distinto es igual,
detrás de unas rejas la luna sola se pasea.

Hay un pacto, hay una duda,
nace una gota de agua,
de las hojas, de los ojos,
brisa de las almas, rocío frió,
supe los juegos del corazón,
y el maldito honor de ser yo.
Detrás de unas rejas la luna libre está.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

En el fondo del horizonte pude ver un puente lejano, que como buen invento humano, con el tiempo se había visto decaer, a mi imagen y semejanza pensé. Decidí acercarme para analizar si pese a su evidente artritis aquel tronco viejo equilibrista aún sirve de nexo entre el amor más grande que justo la noche anterior no cupo más en el más grande seno materno y un amor cualquiera de esos sinceros de colores intensos, fáciles de encontrar si en las pupilas se reflejan las buenas curvas de la gran mamá. Solo faltaba tu olor característico para completar una especie de ilusión de felicidad eterna solo de imaginarme aquella posible unión. Poco a poco me acercaba, la imagen se agrandaba sin proporción y, ante mi mirada asombrada por el clima benevolente en pleno febrero, se distingue una pandilla de hombrecitos diminutos con trazas medio mamarrachas, cansados de tanto camellar; solamente uno que otro dirigente parecía dar alguna importancia a su atuendo y aprovechaban la pequeñez de mi mal acostumbrado y limitado percibir para burlarse, mediante sus looks de cuento europeo, de la situación en que yo todavía no del todo consciente me encontraba.

Estaban ansiosos por ver el puente brillar, a los tiempos, según me chismeaban los que primero me encontraba, era el evento sensorial más importante de mi vida, el espectáculo de luz, sabor, color, olor y amor más lindo de la región, por lo que, hombro bien arrimado, trabajaban con ligeros descansos y en turnos muy bien organizados, eso sí, sin cortos plazos, con el objetivo de no solo reparar sino también embellecer aquel puente senil antes de que la siguiente tormenta de mariposas lo quiebre de una vez por todas, imposibilitando mi capacidad de volver a amar. No sabía porqué pero confié. Todo esto lo hacían procurando alimentarse correctamente, incluso tuve la impresión de que siendo tan chiquitos, comían varias veces su peso entre cada jornada, mientras tomaban por la nariz unos tragos de amor que al llegar a su estómago les iluminaba de colores el vientre, obviamente que algún aroma especial les debía quedar también debido a esas metodologías de ingestión tan típicas de baño de bar de rock n roll. Luego se miraban entre sí siempre muriéndose de risa, pero solo los más viejos lo lograban sin sufrir, ni en el instante previo al deceso mismo; no era para asombro que de todas formas continúen girando sobre sus sombreros esas típicas siluetas de flechas de luz, como esperando una resurrección repentina que les permita cumplir su objetivo de existir.

Continué mi acercamiento y continuó también el agrandamiento desproporcionado de la imagen, cuando entonces mi sonrisa, primero por envidiosa, decidió también empezar a crecer; por suerte la felicidad se sobrepone a otros sentimientos no tan buenos, los desaparece. Sigo caminando por un chaquiñan de plantas cada vez más grandes, flores hermosísimas traga luces desprendían un olor adictivo a su alrededor, de incienso genérico pero agradable. Deseaba tener una camioneta enorme que me sirva para llevarle esa hermosura a mi reinita, lo deseé tanto, que el deseo terminó encontrando cabida eterna en mi corazón para luego inmediatamente hacerse espacio en el bolsillo de payaso de mi traje de brujo aventurero. Me enorgullecí por precavido y continué mi ruta, lamentablemente cada vez más larga, con una sonrisa gigante.

Anónimo dijo...

chévere el poema, medio narcisista eso de publicar una foto propia...

Anónimo dijo...

¿hasta que punto uno es narciso? o ¿hasta donde uno siendo público aparentemente muestra su narcisismo ontológico? El problema no es que uno se cuide de su adorno y compostura, o se precia de galán y hermoso, enamorado de sí mismo, en tu caso todo lo contrario, la foto lo devela...