Libertad maniática
Cuando pienso en ella; sonrío,
mi cara se pone triste,
percibo el ladrar lejos de perros,
en el cielo dos bribones planean,
todas las nubes se ponen bizcas,
y el espejo interrumpe para mirarme.
Cuando desaparecen las sombras;
sólo las manos insensatas del viento me abrazan,
a regañadientes y sacando a los diablos de su cama,
le declaro la guerra al presente, al destino y al pasado,
desbastando los puntos cicatrizados, falsos, eclécticos,
acústica la sinceridad, se vuelve primordial,
en las canciones que amo, en el baile a destiempo.
Cuando pienso en ella; la veo,
suave voz que hace palpitar al corazón, tiembla,
es como después de tragar, del amor,
todo mi amor se vuelve curioso,
¿tartamudea?; sí, sacude la capa del alma,
manteniendo así al infinito,
y la sonrisa de los aviones.
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