¿Como habré llegado a esto?, siniestro.

Jueves hambriento, hubo dignidad en sus dos disparos,
el asesino hambriento, hubo necesidad de copas aquella noche,
madre hambrienta, hubo destellos de princesa frágil infancia,
el maldito golpe hambriento, hubo y hay odio en la sangre del que habla de dios,
¿como se presento gusana oportunidad para desaparecernos a los dos?.

Jueves desprestigiado, nunca fue feliz aquel niño que lloraba por no morir,
consuelo desprestigiado, años después la inocente mentira sucumbió al ser,
absoluto silencio, son las horas de espera, del indigente a la intemperie,
no se amar, no se como amarte, le dijo la Magdalena a Jesús,
brilla luz sobre las familias unidas, desprestigiado amor, amor.

Jueves que aniquila al miércoles, cipreses, ceibos, almendros, festín sin fin,
le pedí a algún poder supremo conocer la vida de los locos,
este sanatorio con barrotes y puerta abierta no acepta repulsivos gestos,
boté a la basura todos los recuerdos de un pasado cómico y trágico,
extraigo hoy por hoy únicamente cautiva intensidad de pequeños rostros,
minero sin dinero, errante es acaso mi alma que busca libertad,
adentro del sol, adentro de mi intención de ser benefactor para dios,
un dios quebrado y sin sandalias, no hablo más de el,
no quiero escuchar más de el,
malditos los que piden limosnas con el aire acondicionado,
evitando que apretada corbata los haga sudar.

Y al fin el amanecer oxidado anaranjado que resplandece por la ventana,
decidido a alimentar mi fuerza interior desde el interior,
unión de mis acciones con tus pensamientos, pareja singular,
detenme si me ves que voy a dispararme,
detenme si me ves que voy a olvidarme,
no tengas la oportunidad de pensar, es la brisa, el azul del viento,
dame un beso tranquilizador, matemos a los que matan,
dame dos besos activadores, la emoción de ayudar,
el feeling de las risas con la panza llena,
gotas de caricias.