Sencillo y Bonito

Sacude la mirada, vuélvela intensa,
alma cortada que no pide justicia,
franqueza que albergas solo para francos,
joyas que lleva tu ser, incrustaciones de silencio,
¿donde escondes tu brillo cuando ojos vulgares miran?

Duerme tu cansancio, solo tus párpados están cerrados,
despiertas cada día recolectando sintonías, sudor y lejanía,
¿donde será el punto que nos trace la unión, la separación?
árbol que da frutos de ideas, en la esquina de tus pestañas,
donde perduran momentos de hojas desmayadas,
aquellas que como yo, viviría otra vida por saberte dichosa.

Maquillas con lindos colores el paisaje actual,
en el fondo de un cajón reposan promesas amarillentas,
rescata la sombra virgen, caricias de tus manos,
se memoriza la forma de tus zapatos y el rugir de tus cabellos,
soy piedra de obsidiana que a la deriva pretende besar el mar de tus labios.

La despedida dejo firmado su testamento antes de morir,
lo hizo cuando no pudo disimular su inutilidad ante nosotros dos,
“no he de poder”, dijo, y simplemente se fue,
se acercaron los colores óleos; el blanco plata de los niños,
el amarillo cromo limón que con galletitas pintaste a dios,
un distinguido azul prusia que colorea tus cielos en lila,
y el verde veronés que incendia con luz césped azul.

*Pequeña muestra de la parte del exterior de la Sagrada Familia. Gaudi