Naranja y Azufre

Piensas en cualquier cosa, en el valor, la tardanza,
la pérdida de panza, miti y miti en este problema,
la responsabilidad de los responsables con su pesada sombra,
igualdad de diferencias, certezas a distancia, no fallas,
adivinaste obvio error que congela tu alrededor,
te mostraré este anochecer el sitio que el cemento no logra alcanzar.

Carreras de voces intentando llegar a oreja abierta, atenta,
avisó la luna en carta sin sellar que mañana la llame: lune,
estoy inquieto e intrigado, acomodando del orden al desorden,
caminé bajo todas las sombras, espiándola; sentado, parado,
tocándole el alma a cada nervioso árbol,
bajo la inundación de suave blanca luz, delicada luz,
hojas que sudan, se apuran las hormigas,
una se cae y vuelve andar, es clara su oscuridad.

Bellísimas nubes son siempre las cómplices en esencia de la luna,
la camuflan con óleos colores, moviéndose, cambiando el tono,
es también delicada estrategia de paleta, trazos en silencio,
me llena de armonía esta incertidumbre.

Ventanas que dan al alma son a veces los versos que bostezan y apagan la luz,
encontré en el viento la imagen de un presente guardado,
tan actual ahorita mismo,
insistí ante invisible espejo interior que no puede existir ningún pasado,
y por inexplicable o por tremendamente simple:
el futuro también es un engaño, no uno malvado,
como el hambre que nadie saborea, el zapping de la bondad,
incluyo a mis ojos y mi ceguera, agradezco al intento.

Engaño infantil, auto engaño, mecanismo ante el miedo al miedo,
o ni siquiera eso, nunca hay suficiente luz en algunas pupilas,
es un rayo fugaz lo que puede marcar la brutal diferencia,
nosotros solo a seguir, a sobrevivir el presente.

Algunos beben agua para calmar su sed,
otros duermen buscando esperanza en sueños,
que triste cuando los sueños terminan,
cuando empiezan, cuando se van,
que triste cuando los sueños terminan.