27 de septiembre nena.
Y no es posible sentirse débil,
escasean los ojos grises,
en el aire campanadas desentonadas,
tuvo fiestas solo gente traviesa,
también tuve amor sin refrito,
la película te fotografiaba a ti.
Junte mis manos con tus ojos césped,
llegue con la mañana, ella con ojeras,
llego la tarde sin ley, besos de reloj,
no me puse zapatos para visitar al leopardo,
llego la noche brincando y abrazando,
tuvo la certeza de activar dos besos,
y la media luna envuelta en pan.
Y no hubo más y pido tomate,
y va a haber mucho más para ti;
Eduardo sin yo, caminito al río,
el día despacio camina, y no maneja,
hay los domingos empedrados,
destornillador, cuchillos, viento adentro,
me despido, humildad a los corazones fríos,
y dicen los que saben que voy a morir,
en algún lugar del tiempo y del amor.
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