Impulso en tu perfume

Carmela, criatura sin noche,
el circo a la mitad del crepúsculo,
la montaña empieza a gastarse,
el titiritero a sabiendas de su arte,
la magia desgastada en besos de neón.

Rema la luna, criatura hasta tu ventana,
saltas al rió de mi vida, tempestad soleada,
no es mal visto que me olvides,
no es bien visto que me olvides,
pronuncié al fin una verdad, fue ayer en el bar,
conteste a la muchacha más bella del lugar,
sus inquietudes con su mundo, el dulce murmullo,
ahora no caben afirmaciones en la bondad popular,
fue un tres de septiembre que cayó como bombo,
tu asombro al verme lleno de pedazos de espejos.

Naranjo en tu flor, húmedo amor,
tu piel es huracán para mis deseos,
los dedos libres de anillos,
nos esperan en ningún camino,
lo que pesan algunas sombras sobre mi sombra,
no te angusties encontrándome,
cuando vas al este con tu caminar modesto,
desde la puerta del cielo te perseguiré,
llegara la sed a los dos,
llegara el encuentro sin ningún perdón.