Al limon; en el Bar & Rock

En la noche con mil almas alrededor,
la luz ilumina lo que una vez pude haber pensado.
Entre miles y uno, entre mi alma y mi cuerpo,
la sangre sigue el camino que debe seguir,
y el cigarrillo enciende las rocas que quedaron en el camino.
Que incendian y no queman, distintos ritmos,
esperan a salir, a entrar, a confundir instintos
realeza de fortaleza, indistintos al día,
bellezas de noche, servir al placer,
sin invadir a la muerte, ella tan bella.
Paciente esperar que revive el desastre de seguir.
Que otra Romina se encuentra con el aroma,
inundando el lleno y el mar rebosado de olas,
desierto lleno de besos y arena.
Nada termina sin empezar, de pronto me encontré,
en un laberinto entre ebscuridad y risas y me pierdo,
me pierdo, me pierdo.
Las olas rompen y mi espuma desvanece.
Separar instantes suele ser peligroso,
y el peligro grita por justicia,
son secretos con zapatos de goma,
asfaltos de algodón, que no se calientan con el sol,
benditos versos que no explican que no ríen.