13/5/08

Cabeza Sounds

Una hora, tres de las tuyas, creer y ver,
ahora me practica la magia,
desnudo de sus pétalos a ninguna flor,
entro a la salida, ahora no hay nadie atrás.

Sacude de mi pecho caricias y silencios,
pintando con aceite hirviendo, alitas a los pecados,
entonces no entra nadie, se hace visible el amor,
en sus pechos pinto mi amor a color ardor.

Caen del cielo cienes de lanzas de matices algodón,
haciendo brutal daño al suelo delicado de pensamientos,
quisiera que abran los ojos los volcanes,
ver la risa en el vientre de todas las olas.

Suda el fuego, se cae de su altar el miedo,
se ensucia el delantal blanco de tu mama,
no encuentra la oración, pierdo noción,
entrar al cuarto de la angustia y acostarse con ella.

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