Dias de música. Photo by: Melissa Morano
No puedes huir de tu maldad,
de tus vicios ociosos,
de tus noches y mentes vacías,
como oscuridad que cae en rayo,
no pareces nunca, nunca reaccionar,
y tus planes son solo sueños mojados.
Este pecho no se inquieta,
estos ojos miran tu desgaste,
que te has producido, incoherencia perdida,
encerrándote en un laberinto,
donde almas oscuras te esperan ahora,
ten miedo de no entrar, ten piedad a tu boca.
Marchitan las nubes que regaban alas,
mi codo no seria tus dos manos,
y no habrán momentos de mentira,
y no habrán momentos de verdad,
si total, de estas cosas aún sé, que no sabes.
Como un virus, como una mala canción,
como un pésimo poema, como una vaga idea,
se acordonan ahora espinas de espumas en mis sueños,
intocables a manos de palabras mal dichas,
compadre de la ignorancia en máxima alcurnia,
Oh, que solo tu lo haces tan, tan bien.
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