Ronso Blues

Hace muchos muchos muchos años, vivió una Lindera,
vivía en oscuridad del corazón,
en la alegría del farol,
su mejor habito, dejarse habitar,
sus manitos abrazaban al invierno,
que desde su ventana miraba el cementerio,
veía besarse siempre a los muertos,
sin creerse loca, sin creerse lo que cree.

Buenas noches, el beso lanzado,
el dedo que apaga la luz, la primera soledad,
adios , la primera compañía, cualquiera...
la intención no se quema,
se quema,
se vuelve inercia,
se convierte en, esta bien, locura aparte y adios.

Vivió conociendo lo que se le presentaba,
desperdiciando rayitos de sol, caricias gratis, gratis del mundo,
nunca antes la habían llevado tan arriba, tan cerca del lado oscuro...del sol,
de la brillantez alejada, de la vulgaridad de dulce, derretida, del sí por que no.

Se caso y sí, al fín fue feliz, la vida corrió, la historia se respeto,
vivió feliz eternamente, con shampu y destellos trimestrales,
citas de obligación, y las ganas de salir, a no ser feliz, a ser feliz.

Ahora es abuela, y no recuerda su pasado,
no esta enferma de la cabeza, es feliz,
sobre su mesita, fotos, cenizas, polvo,
es eternamente feliz,
vivio amando toda su vida.