Desde planeta Marte: un Sí
Quiero mantener mi seguridad a punta de pies,
en circense cuerda floja,
el equilibrio en mis dedos al inventar el personaje diario,
al diamante escondido,
el bus: casa con amigos que ahora es hogar,
que lindas las estrellas del techo de dios,
despertar cada mañana en el extranjero,
en un mundo por dentro,
romances con las chicas reales que sueñan,
sin planes, hoy es antes de ayer,
extravagancias para los muchachos de La Serena,
de aquel Managua, Bahía Blanca,
fiestas de la buena vecindad con habitantes de otros mundos,
que viven acá.
Quiero investigar el motivo de una sonrisa,
seducir a que vivan millones mas,
refrescar los pies en aquel profundo mar,
que nubla al sol con la calma entre los dientes,
recordar las orillas del cráter donde un escarabajo quiso suicidarse,
la flor que lo salvo, que esta vez le dijo que eso no,
llegar a las puertas que guardan en su interior sorpresas,
en pequeñas tazas para café,
conocer a los amores de mis amores,
gritar otra oportunidad a la paz,
encaminar los caminos hacia algún lugar desconocido,
siempre dos veces mas,
llevar la filosofía entre los papeles,
mi poesía incluirla en los versos de los demás,
a los adultos que enfrían su corazón sin tener ningún motivo,
quien sabe porque,
leer a los poetas escondidos, a los distraidos,
al palpitar de algún desprestigiado ser.
Seré afortunado si logro escuchar palabras sinceras,
o sentir el abrazo oprimido,
también seré afortunado si pierdo todo lo que tendría,
por ver al fantasma comer y reír, vivos,
no dudo ni un instante en los deseos de las chicas,
que van y vuelven con sonrisas,
desprestigio que no existe,
cuando se cruza las fronteras de madrugada,
ni aquí ni allá, la ventana cerrada,
y el incendio en pasiva tranquilidad,
entrometerme en el cine guerrillero,
con cámara y guión la tortuga con su caparazón,
me despido sin veneno, ni anestesia,
es la sinceridad y llenura de luna,
ella esta bien, hoy comió y bebió,
solo intenta vivir sin morir ni un instante.
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