Olor de pintura

Vísceras de ángeles en el mercado de avatares,
amante del amor la bellisima chica del yogurt,
el pensamiento sentenciado en el juicio contra la locura,
venció el vencido, no pidió perdón el ganador,
enjambre en soledad, aquella soledad de las multitudes,
sólo en la trompeta Mr Syd sobre estrella tristeza.

No aflijas a tu corazón, que no desafine tu oración,
decídete a no decidirte jamas, que cada día seas distinta,
que hasta el fin seguirás esperando al tren de la boca roja,
sin arruinar un segundo; el instante jodido, el instante dulce,
agradece de siempre en siempre al cielo a la luna a las estrellas,
al alivio del sol, al frió de las penas; con un amigo o cuatro,
dos manos miran fijamente como sus dos manos aplauden,
las manos de tu instante que durará como luna llena de besos.

Abre los poros del escondite a versos urgentes,
a la lengua del dragón obsequiale una cereza,
con pulso firme imagina tu voz gritando a la paz,
desmantela tu mente, dile ya no más, no más,
desdibujo virtud y vicio, corrompo la maldad,
recito con mis manos en martillo y tiza,
la voz que dice presente, la alegría del desayuno,
mandarina sin ayunar, certezas sin dudas,
no escribas que no, escribe que sí.