Diciembre sin
Extraño fin de año, intentando filmar,
queriendo no suicidar ningún instante,
cuando Dios fuma, suele llegar la consagración,
sucede ser siempre al final, antes del THE END,
después de la muerte del payaso,
cercano el beso de su bailarina.
Extraño regresar que no vuelve,
aplazando el ocaso del sol,
tus ojos nena, son mis estrellas,
preciso crecer como los árboles,
tener fuerza para llegar a cielos labios,
me voy a quedar mirando a las mariposas,
examinando sus vuelcos y parafernalias.
Extraño a los amigos que imaginan,
a los que viven despiertos sus sueños,
inquietando a gente corriente,
compartiendo el oficio de la amistad,
la risa en casa esquina y un mundo inmenso,
el hambre, mi hermano, la agonía del dolor,
descarto volver al desierto sólo,
de cantimplora; mis secas tristezas,
y como sabes: donde justo nos esperan.
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