Nadie - Todos
Dejé los tiempos tendidos al viento,
abierta la herida sangra el descontento,
mis ojos se fascinaron y se quedaron soñando,
tengo ahora copas y corazones aplazando mi invierno.
Siguen las excepciones explicando sus errores,
a cada vuelta del regreso de alguna hippie,
cortesía nicaragüense decidida a no morir,
bajo lluvia de polen, escribí a tus labios sabores.
como aceite reconciliador, estuvieron las fugas,
alarmantes dolores que terminan con una vida,
los alarmantes dolores que inician con una vida.
El último momento fue una mecha encendida,
deambulando por senderos en lo hondo del encierro,
se hace evidente el desgaste de algunas mentes,
con la experiencia involucrada seriamente con el olvido.
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